domingo, agosto 19, 2007

Plan de Contingencia

En estos dìas de agosto, los habitantes de la Republica Dominicana hemos estado muy activos cotejando las medidas de precauciòn que debemos tomar en cuenta para minimizar al màximo los posible daños que pueda causar al país el paso del Huracàn "Dean" por aguas del Mar Caribe.

La revisiòn de los "planes de contingencia" de las empresas e instituciones gubernamentales se han convertido en la prioridad nùmero uno en estos últimos cuatro días. Las visitas a las "weather control" son más frecuentes y la anciedad por los posibles cambios en la trayectoria del fenomeno son mayores cada segundo.

Participando de algunas reuniones, mi mente se ausenta para analizar la cobardía de muchos ciudadanos que no nos atrevemos - y me incluyo- ha elaborar un Plan de Contingencia en nuestras vidas para el inminente paso de la "muerte"; episodio obligatorio en la vida de todos los seres humanos.

Y si nos preparamos, no lo hacemos con el objetivo que el alma descanse en paz, más bien, organizamos todo para los que quedan en vida. Nuestra preocupación gira en torno a las deudas económicas, compromisos, estabilidad de la familia y del entorno... pero ¿donde dejamos el alma?

Cuantas veces en nuestros segundos de vida apartamos un tiempito para cotejar si nuestra lista de acciones diarias, actitudes... decisiones vinculadas a la tranquilidad del alma y gestión de la visa que nos hará participes del reino de los cielos... Dispondremos de algún documento donde verifiquemos si estamos cumpliendo con los compromisos según la trayectoria de los años, segundos, horas y días de nuestras vidas... y me queda la pregunta final ¿ Vamos de la con los mandamientos que Dios nos pide cumplir para ser dignos de Èl?

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