viernes, diciembre 28, 2007

Un 2007 con Muchas Emociones

Finaliza un año que en lo personal estuvo cargado de muchas emociones.

En resumen y sin tratar de hacer recuentos, se inicio con mi cuerpo transformado en cigüeña, con mi vientre repleto de vida y movimiento, y mi mente preparada para recibir un nuevo miembro en mi familia.

Un mes más tarde, este dulce sueño se transformó en una tormentosa pesadilla, pues el pequeño ser que durante 28 semanas estuvo navegando en el líquido amniótico que contenía mi placenta, pasó a formar parte del coro de ángeles que Dios tiene en el cielo y toda la planificación mental se desplomó, obligada a comprender que todo esta escrito y que de ese modo tenía que pasar.

Gracias a Dios, Pasado este hecho y de forma radical, cosas que durante años no andaban bien, empezaron a mejorar.

En términos laborales fue un año bueno, y en términos profesionales emprendí algunas capacitaciones y por primera vez me monté en un avión, logrando conseguir 10 años de visa americana y un viaje a El Salvador.

Un punto en el cual he fallado, es en mi interacción con Dios, a diferencia del año pasado me siento más lejos de Él a pesar de tener tan claro lo importante que es para mi, y el gran respaldo que recibo de su parte siempre que le aclamo. Reconozco que estamos juntos en las buenas y en las malas, que no importa el momento ni el lugar, la alegría o la pena siempre, siempre, siempre puedo contar con Él.

He visto como me he apartado de mi historia por mala administración del tiempo, debo compartir más con mis amigos de infancia, de estudio y de antiguos trabajos, sé que rememorar esos momentos del pasado, hacen que recordemos nuestros objetivos futuros, de los cuales a veces nos apartamos o simplemente cambiamos el rumbo dejando a un lado esos proyectos que por lo general son parte de la zapata inicial de nuestra vida.

También debo acercarme más a mis padres y hermanos, visitar mis primos y tíos como lo hacía antes y darles apoyo en los momentos difíciles como ellos lo hacen conmigo.

Algo bonito de este año fue el poder sincerisarme con mi pareja en aspectos que por cobardía no me atrevía a enfrentar. Cosas que me obligaban ha dejar de ser yo o a aceptar situaciones en las cuales no estaba de acuerdo. Esa franqueza, en verdad eterna hace más fácil y llevadera la vida. Todavía existen cositas por corregir pero que trabajo para mejorar.