Hace tiempo vengo analizando la distribución injusta de los recursos que los seres humanos administramos. Los cuales en la mayoría de los casos son derrochados y hasta restregados ante aquellos que por cualquier razón les tocó recibir menos.
Hoy en día, vemos como la mayoría de aquellas personalidades que han recibido más (muchas veces bien ganados), padecen de enfermedades, o se encuentra ante algún proceso judicial. ¿Penoso verdad?
Pero estos casos, de díficil entendimiento, no son los unicos; tambien están aquellos donde algunas personas, profesionales o no, alcanzamos un nivel de prósperidad que nos hace sentir o pensar que somos inancansables o que sencillamente poseemos todo lo necesario para mirar por encima del hombro a los demás.
Del mismo modo, veo con preocupación, la inminente necesidad que tienen nuestros jóvenes por pertecer al "clan" de los que más tienen por encima de sus valores, sin importar el costo o a quien tengan que llevarse por delante para alcanzar su objetivo.
Del otro lado, se encuentran aquellos que luchan, se esfuerzan sin cansancio, sueñan y suspiran por alcanzar grandes sueños, mejorar su calidad de vida y dar a los suyos la oportunidad de vivir dignamente. Sin embargo, se encuentran con trabas que les impide desarrollar sus talentos y demostrar sus cualidades. Cada puerta se cierra ante sus ojos... entonces miran con desesperación el entorno; y escuchan, mientras tratan de distraerse, la voz del angel bueno y del malo que los invita a caer en la tentación y ver con decepción la vida.
Este análisis lo hago a raíz de sucesos que han acontecido muy cerca de mi, y hasta por sensaciones de malestar que he podido degustar en estos días. Me asusta pensar que puedo caer en la misma actitud, porque si existe algo que nadie puede olvidar es que "Esto Gira y Da Vuelta" como dice una gran amiga mía.
Hoy en día, vemos como la mayoría de aquellas personalidades que han recibido más (muchas veces bien ganados), padecen de enfermedades, o se encuentra ante algún proceso judicial. ¿Penoso verdad?
Pero estos casos, de díficil entendimiento, no son los unicos; tambien están aquellos donde algunas personas, profesionales o no, alcanzamos un nivel de prósperidad que nos hace sentir o pensar que somos inancansables o que sencillamente poseemos todo lo necesario para mirar por encima del hombro a los demás.
Del mismo modo, veo con preocupación, la inminente necesidad que tienen nuestros jóvenes por pertecer al "clan" de los que más tienen por encima de sus valores, sin importar el costo o a quien tengan que llevarse por delante para alcanzar su objetivo.
Del otro lado, se encuentran aquellos que luchan, se esfuerzan sin cansancio, sueñan y suspiran por alcanzar grandes sueños, mejorar su calidad de vida y dar a los suyos la oportunidad de vivir dignamente. Sin embargo, se encuentran con trabas que les impide desarrollar sus talentos y demostrar sus cualidades. Cada puerta se cierra ante sus ojos... entonces miran con desesperación el entorno; y escuchan, mientras tratan de distraerse, la voz del angel bueno y del malo que los invita a caer en la tentación y ver con decepción la vida.
Este análisis lo hago a raíz de sucesos que han acontecido muy cerca de mi, y hasta por sensaciones de malestar que he podido degustar en estos días. Me asusta pensar que puedo caer en la misma actitud, porque si existe algo que nadie puede olvidar es que "Esto Gira y Da Vuelta" como dice una gran amiga mía.
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