miércoles, octubre 04, 2006

Mi viejo...


Cada día doy gracias a Dios por bendecirme siendo tu hija. Por permitirme escuchar tu voz en las mañanas del otro lado del telefono, por que eres mi fuente de inspiración y valentia.

Porque, aunque no todo lo hago como tu quieres, lo que soy lo debo a esos valores que me inculcaste desde pequeña.

Debo decir, que si no me siento sola es por contar contigo, por saber que estas ahí, que me representas, que me soportas...

A veces pienso que no merezco tanto, que he dado poco, que debo recompensarte con acciones relevantes que te permitan mantener tranquila tu mente, tu cuerpo... pienso que no es tarde y que en cualquier momento recibirás el premio.


Lamento, no prestarte más tiempo, no mimarte, no rascarte los pies, no peinar tus canas, lamento haber crecido... aunque cuando te veo con Astrid siento que ella esta recibiendo del hombre más maravilloso del mundo un cariño incomparable e invaluable... atenciones que quizás ni yo misma soy capaz de brindar.

Ambas, estamos constantemente protegidas, porque eso eres para tus hijos, no me canso de decir que eres el mejor padre del mundo, que como tú no existen dos, que el molde donde te fabricaron lo rompieron y no nacerá jamás ninguna otra persona con tus cualidades, con tus condiciones....

Te amo Papi, te amo con mi corazón, con mi cuerpo, con mi mente, independientemente de las situaciones dificiles que en ocasiones se cruzan entre los dos, te amo y no me cansaré de repertirlo nunca...

Gracias por ser como eres, por ser quien eres, por no dejarme sola, por ser mi amigo, mi hermano, mi compañero, Mi Viejo....

No hay comentarios.: